Un comienzo en la joyería que da el salto a la moda: Emma Bracelets Jewelry y Emma Clothes Fashion
Entre la vida laboral, los estudios y las dos marcas, reconoce riendo que las horas del día, en ocasiones, se le quedan cortas. Sus Instagram acumulan más de 20.000 adeptos y la ferrolana aseggura que una parte muy importante es “forjar comunidad”, cuestión que el tema de joyería está “bastante consolidado” pero que en textil aún tiene trayecto por recorrer.

Detrás de Emma Bracelets Jewelry y de Emma Clothes Fashion está Marina Vega, una ingeniera electrónica ferrolana cuya creatividad traspasó fronteras, primero en el mundo de la joyería; mas tarde, en el ámbito del textil, que Vega reconoce “es muchísimo más complicado” por la competencia con el “fastfashion” y las grandes superficies.
Compagina este emprendimiento con su puesto de trabajo y con el remate de su Trabajo de Fin de Máster, pero reconoce que “soy una persona que me gusta hacer un poco de todos. Hace seis años tuve un rotura de pie y me quedé parada”. En este punto, fue cuando nació la primera de sus marcas.
En retrospectiva, y siendo conocedora de las labores que conlleva algo así, asegura que hay muchos “que no saben lo que hay detrás de un producto, una elaboración o un post”, pero la balanza se inclina claramente hacia un lado que, sin duda, hace que Emma siga creciendo.
Define su proyecto como algo “natural, moderno y sin límite de edad”, lo que, reconoce entre risas, “es lo que me gusta a mí. Lo que hago, a fin de cuentas, soy yo. Es sencillo”, explica.
Dentro de sus colecciones, todas aquellas que así lo deseen se pueden hacer el “oufit completo” y los miles de seguidores que acumula después de estos años en las redes sociales constatan la popularidad de estas dos marcas emergentes que, en ocasiones, se dejan entrever en las calles de la ciudad naval.
Y todo ello gracias, en parte, a un tiempo que Vega sacrifica en favor de estos dos proyectos. Entre la vida laboral, los estudios y las dos marcas, reconoce riendo que las horas del día, en ocasiones, se le quedan cortas.
Sus Instagram acumulan más de 20.000 adeptos y la ferrolana aseggura que una parte muy importante es “forjar comunidad”, cuestión que el tema de joyería está “bastante consolidado” pero que en textil aún tiene trayecto por recorrer. Así, una premisa esencial es “estar para el cliente”. Con esto hace referencia a cuestiones como los videos en los que ella misma se prueba la ropa, “porque a la gente le gusta ver cómo queda”, explica las tallas o resuelve cualquier tipo de dudas que se puedan tener.
Asimismo, ya ha dado el salto al panorama nacional de la mano de varias “influencers”, que lucen sus diseños en el día a día, pero también en ocasiones especiales.
Por ahora, y con un puesto en la villa aresana a lo largo de esta jornada, Vega continúa con este camino dentro de la moda utilizando, orgullosa, las calles de su ciudad natal como la mejor pasarela posible.